Dominio público - Los chiles verdes
Enviado por Anónimo (no verificado) el Lun, 10/28/2019 - 14:30Letra: Gilberto Gutiérrez Silva / Arr. Gustavo Calzada
Letra: Gilberto Gutiérrez Silva / Arr. Gustavo Calzada
Hace algunos años, Nicolás Slonimsky editó un interesante libro al que puso por títuloLéxico de la invectivamusical. En él, Slonimsky recopila una larga serie de críticas hechas a los compositores y a sus obras a través de los tiempos, críticas siempre violentas y llenas de veneno. Resulta que la recopilación abarca desde la época de Beethoven hasta el siglo XX, lo cual no deja de ser interesante, ya que parecería indicar que la crítica musical es un deporte instituido a partir del período romántico.
Hay pocos pecados más horribles y vergonzantes que revisar la correspondencia ajena. Esto lo saben bien aquellos que lo han hecho con fines oscuros y mezquinos, y por ello cargan una culpa mayúscula en sus espaldas y sus almas. Sin embargo, cuando tal cosa se hace con fines nobles, y cuando el autor de la correspondencia ya ha muerto, el pecado es menor y quizá hasta puede ser justificado. Entendido esto, es plenamente válido buscar, encontrar y leer alguna carta que nos permita adentrarnos en el mundo místico, solemne y conmovedor de la Séptima sinfonía de Anton Bruckner.
Quizá usted no lo sepa, pero el señor Martín Lutero (1483-1546), reformador religioso de profesión, tiene su propio capítulo en toda enciclopedia o diccionario musical que uno pueda consultar. Ello se debe a que Lutero fue, entre otras cosas, un hábil músico: cantante, flautista y laudista, se le atribuye además el haber compuesto música original para varios himnos litúrgicos. Por otra parte, Lutero abordó la elaboración de un texto destinado a ser un panegírico de la música.
(original de Dietrich Buxtehude, orquestada por Chávez)
(Versión para pequeña orquesta)
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