D’Attaingnant y Gervaise - Danzas del renacimiento francés

Pierre D’Attaingnant (1494-1552) - Claude Gervaise (1525-1583)

Danzas del renacimiento francés

arr. Peter Reeve

Allemande
Galliarde
Pavane d’Angleterre avec Gaillarde
Branle de Bourgogne, branle simple, branle gay

Sin duda, Pierre Attaignant fue un hombre de muchos talentos: impresor, editor, librero, tipógrafo… Además de ser uno de los principales divulgadores de la música de su tiempo, se atribuye a Attaignant el desarrollo de nuevas técnicas de impresión de partituras, técnicas que le permitieron aumentar considerablemente el tiraje de sus impresiones y, por consecuencia, su diseminación por todos los rincones de Europa. Es probable que Attaignant haya aprendido su oficio en el taller del impresor Philippe Pegouchet, con una de cuyas hijas se casó. Durante largo tiempo, Attaignant gozó de privilegios reales sobre su trabajo como editor, lo que lo llevó a monopolizar prácticamente el negocio de las publicaciones musicales.
Entre muchas otras cosas, Attaignant publicó algunas colecciones de danzas; una de las más importantes entre ellas, publicada alrededor de 1520-1531, es la que lleva por título original Quatorze Gaillardes, neuf Pavennes, sept Branles et deux Basses Dances le tout reduict de musique en la tabulature du jeu d'Orgues Espinettes Manicordions et telz semblables instrumentz musicaulx, es decir, ‘Catorce gallardas, nueve pavanas, siete branles y dos danzas bajas, todas ellas reducidas a música de tablatura para registros de órgano, espinetas, manicordios y otros instrumentos musicales semejantes’.
Claude Gervaise fue editor y arreglista y, además compositor. Cosa curiosa: se le recuerda más por su asociación profesional con Pierre Attaignant que por sus propios méritos. Trabajó en la empresa parisina de Attaignant y fue encargado de revisar y editar algunas de las colecciones de piezas musicales que publicó su colega (¿o quizá fue su patrón?). Como compositor, Gervaise es recordado sobre todo por sus canciones y danzas, y por el hecho, inusual para su época, de que no parece haber compuesto música sacra. Con las colecciones de piezas (vocales o instrumentales) publicadas por Attaignant y Gervaise ocurre lo que con muchas otras ediciones musicales de la época. Se trata del hecho de que, si bien algunas piezas de las colecciones son atribuidas certeramente a sus respectivos autores, en muchos casos la atribución no existe o es incierta. Además, resulta que muchas de esas piezas a aparecieron editadas en publicaciones de diversas casas de música en diversos países, con atribuciones distintas. Así, es complicado asignar con certeza la autoría de muchas de ellas, y los musicólogos especulan sobre la posibilidad de que algunas de ellas hayan sido escritas por los propios editores. Tal es el caso, por ejemplo, de la espléndida colección titulada Danserye, publicada en Amberes en 1551 por Tylman Susato.

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