Edward Elgar - Serenata para cuerdas en mi menor, Op. 20

Edward Elgar (1857-1934)

Serenata para cuerdas en mi menor, Op. 20

Allegro piacevole
Larghetto
Allegretto

EDWARD ELGAR (1857-1934)

Serenata para cuerdas en mi menor, Op. 20
Allegro piacevole
Larghetto
Allegretto

Si bien la producción de Edward Elgar no es tan numerosa como la de algunos de sus contemporáneos, sí tiene la virtud de ser amplia y variada en lo que se refiere a las formas y géneros abordados por el compositor nacido en Broadheath. El catálogo de Elgar contiene obras para la escena, piezas sinfónico-corales, música para coro a cappella (tanto sacra como secular), un buen número de obras vocales con diversos acompañamientos, piezas instrumentales y de cámara, música para piano y órgano y algunos arreglos a partir de originales de compositores como Bach, Parry, Händel, Chopin, Wagner, Weber, Beethoven, Corelli y Schumann. En el ámbito de la música orquestal, destaca el hecho de que hay una cantidad notable de obras prácticamente desconocidas, que han languidecido a la sombra de las famosas Variaciones Enigma (1898-1899) y de las cinco marchas Pompa y circunstancia (1901-1930). De su producción orquestal temprana, se conocen apenas la pieza Salut d’amour (transcrita en 1889 a partir de una obra para piano del año anterior) y la obertura Froissart de 1890. Fue precisamente en 1890 que Elgar se mudó a Londres en compañía de su esposa Alice, con quien se había casado el año anterior. En septiembre de ese año nació Clarice, su única hija. Más allá de una ejecución de su Suite en re en febrero de ese año, su música fue prácticamente ignorada por la comunidad musical londinense. No podía conseguir alumnos y las partituras de sus obras tempranas apenas se vendían, con la excepción de Salut d’amour. El Festival de Worcester le encargó la obertura Froissart, que el propio Elgar dirigió en septiembre de 1890. El resto, sin embargo, fue frustración para el compositor y su familia quienes, en junio de 1891, dejaron Londres para establecerse en Malvern. Fue poco después de ese retorno a la provincia que Elgar produjo su Serenata para cuerdas Op. 20.
La Serenata de Elgar fue editada en el año 1892, y esa es la fecha de composición que generalmente se le asigna. Sin embargo, algunos investigadores han hallado indicios de que la obra contiene materiales de una obra que el compositor había escrito previamente, las Tres piezas para cuerdas de1888, cuando todavía tenía dudas sobre su vocación musical y sobre su futuro profesional. Así, como consta en el sitio oficial dedicado a la obra de Elgar, la Serenata Op. 20 sería quizá la más temprana de sus obras en permanecer todavía en repertorio, y dada su posición cronológica, es una interesante combinación de la frescura juvenil del compositor con algunos apuntes de lo que habría de ser su lenguaje maduro. De hecho, se dice que el propio Elgar manifestó que la Serenata era la primera de sus obras de la que podía mostrarse satisfecho. Lo mejor de la Serenata se encuentra, probablemente, en el Larghetto central, que contiene la música más sólida y madura de toda la obra. En este Larghetto se encuentra uno de los primeros ejemplos de un elemento que es característico de la música de Elgar: una melodía amplia y bien delineada, sostenida por un ámbito armónico fundamentalmente diatónico, pero en constante tensión. Sin embargo, al menos en Inglaterra, lo más conocido de la Serenata son los primeros compases del primer movimiento, que se hicieron notorios como la rúbrica musical de una estación radiofónica de música clásica. Hasta la fecha, la Serenata es una de las obras de Elgar que se interpreta con mayor frecuencia en las salas de concierto, y existe un buen número de grabaciones de la partitura. La Serenata de Elgar tuvo un estreno en privado en Worcester, en el año 1892, con el propio compositor dirigiendo a la Orquesta Femenil de Worcester. Su primera ejecución pública tuvo lugar en la ciudad belga de Amberes, el 21 de julio de 1896, y la Serenata se escuchó por primera vez en Inglaterra el 16 de julio de 1899 en New Brighton, bajo la batuta del propio Elgar.
Establecer con certeza la dedicatoria de la partitura de esta obra presenta ciertas dificultades; algunas fuentes mencionan al filósofo W.H. Whinfield, mientras que otras se refieren al organero y músico aficionado E.W. Whinfield.
Un año antes de su muerte, en 1933, el compositor dirigió a la Orquesta Filarmónica de Londres en la primera grabación de su Serenata para cuerdas.

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