Intermezzo de Guglielmo Ratcliff
Como muchos otros compositores, Pietro Mascagni (1863-1945) llegó al mundo de la música en contra de los deseos explícitos de su padre, que deseaba para él una carrera de leyes. Sin embargo, Mascagni se dedicó a estudiar música en secreto en el Instituto Luigi Cherubini. Al paso de los años, ya casado, Mascagni y familia se establecieron en Cerignola, donde el compositor se dedicó a dar clases de piano y a administrar la escuela municipal de música. De esta rutina poco atractiva vino a sacarlo el anuncio de que el editor Edoardo Sonzogno ofrecía un premio en un concurso de ópera. Mascagni obtuvo rápidamente un libreto y en poco más de una semana compuso Cavalleria rusticana, obra con la que finalmente obtuvo el premio ofrecido por Sonzogno. La ópera de Mascagni fue estrenada en el Teatro Costanzi de Roma el 17 de mayo de 1890 con notable éxito.
Después de Cavalleria rusticana, Mascagni compuso otras catorce óperas, cada una de las cuales fue un rotundo fracaso. Una de ellas es Guglielmo Ratcliff, compuesta sobre un libreto redactado por Andrea Maffei y basado en el drama alemán Whilhelm Ratcliff (1822) de Heinrich Heine. Esta ópera se estrenó en el legendario Teatro de La Scala de Milán el 16 de febrero de 1895, con mayor pena que gloria. Hacia el final de su vida, Mascagni trató de dar curso a sus tendencias ideológicas fascistas en la ópera Nerón (1935), con la que intentó vanamente ganar el favor de Benito Mussolini. Lo único que logró, en cambio, fue el rechazo unánime de los músicos italianos valiosos. Totalmente fracasado y desacreditado, Pietro Mascagni murió solo, en un cuarto de hotel, poco después del fin de la Segunda Guerra Mundial.
