Ponce, Manuel M. - Trío de cuerdas

Ponce
Manuel M. Ponce (1882-1948)

Trío de cuerdas

Allegro ma non troppo
Moderato tempo di menuetto
Canción: Andante espressivo
Rondo scherzoso

Se dice, con razón más que justificada, que el entorno familiar en el que nace y crece un artista determina de manera categórica no sólo el desarrollo de su personalidad sino, de manera no menos importante, la orientación de su producción artística. En este sentido, las líneas iniciales del libro titulado Manuel M. Ponce (publicado en 1971) que David López Alonso dedica a la figura del compositor zacatecano, son especialmente elocuentes:

Cerca del Templo de San José –antes San Juan de Dios, de la ciudad de Aguascalientes- había una vetusta casa con patios, fuentes y árboles frutales, recámaras espaciosas, sala rectangular, grandes ventanas, gruesos muros que fueron testigos de las virtudes preclaras de la familia Ponce Cuéllar. Allí anidó el matrimonio de don Felipe de Jesús Ponce de León y de la señora María de Jesús Cuéllar, “católicos y llenos de temor de Dios”. Tuvieron doce hijos. Manuel fue el benjamín. La voz de los padres se obedecía sin réplicas. No había gritos ni malos modos. Amables y reservados en grado superlativo, nunca se les vio en bailes o tertulias, ni hubo un Judas que manchara aquella moral ortodoxa.

Sin duda, es posible intuir en el significado profundo de estas palabras el perfil básico de la música de Ponce. Por más que se diga y se suponga que Manuel M. Ponce es uno de nuestros compositores más conocidos y difundidos, esta percepción es en realidad un espejismo. Sí, su Concierto del sur se toca con frecuencia; sí, todo mundo arregla, transcribe, toca y canta su canción Estrellita; de vez en cuando aparecen en los programas sinfónicos obras como Chapultepec, Ferial, Estampas nocturnas o Instantáneas mexicanas; los guitarristas, como debe ser, tocan mucho Ponce; y los pianistas, a veces, también. Pero hay un área especialmente poco explorada de su producción, que es su música de cámara. En este ámbito, una de las contribuciones principales de Ponce se encuentra en sus obras camerísticas para diversas combinaciones de cuerdas. Como muestra de esta área de su trabajo creativo se encuentran su Cuarteto, su Sonata en dúo, su Pequeña suite en estilo antiguo, las Cuatro miniaturas, y el Cuarteto de cuerdas. (Resulta interesante saber que la Sonata, la Suite y las Miniaturas llevan sus títulos originales en francés. El Trío (violín, viola y violoncello) fue escrito por Ponce en un corto lapso de tiempo, en enero de 1943, y su estructura contempla los cuatro movimientos tradicionales de una forma sonata extensa. La cronología del Trío indica que se trata de una obra contemporánea del Concierto para violín de Ponce. Si desde el punto de vista estructural el Trío se apega con rigor a los modelos clásicos, en lo expresivo se trata de una obra en la que los títulos de sus movimientos individuales pueden ser engañosos. En efecto, una audición del Trío de cuerdas de Manuel M. Ponce permite percibir un ambiente general de nostalgia y contemplación que recorre prácticamente toda la obra. Incluso en el Rondo scherzoso que concluye la obra, hay algo de sarcástico que remite al oyente a una alegría no del todo abierta, no del todo completa. La partitura del Trío de cuerdas fue dedicada por Ponce al violoncellista mexicano Carlos Prieto (quien por entonces era un niño pero ya había iniciado su aprendizaje del instrumento) y a sus padres.

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