Chaikovski, Piotr Ilyich - Suite de El Cascanueces op.71ª

Piotr Ilyich Chaikovski (1840-1893)

Suite de El Cascanueces op.71ª

Obertura miniatura
Marcha
Danza del hada de azúcar
Trepak
Danza árabe
Danza china
Danza de los mirlitones
Vals de las flores

Aquí va una rápida lista de algunas cosas indispensables en la temporada navideña:

  1. El turrón de Jijona
  2. Los falsos santacloses de la Alameda de la Ciudad de México
  3. El exceso de comerciales en televisión
  4. La sidra
  5. El oratorio Mesías de Händel
  6. El ballet El cascanueces de Chaikovski

En efecto, en los lugares donde todavía hay recursos para montar ballets clásicos a lo grande, El cascanueces es un rito indispensable en las fechas que rodean a la Navidad. Ello se debe, sencillamente, a que la historia sobre la que el libreto está basado es un extraño cuento de Navidad. El texto original es de E.T.A. Hoffmann y lleva por título original El cascanueces y el rey ratón. Una versión francesa, traducida por Alejandro Dumas, padre, se tomó como base para el libreto; es por ello que durante mucho tiempo se conoció esta partitura de Chaikovski como Casse-noisette, que es la palabra francesa con la que se designa ese ingenioso aparato que resulta igualmente peligroso para las nueces que para los dedos del usuario. Sin entrar en demasiados detalles, se puede recordar que el cuento se inicia con una fiesta de Navidad en la que un mago llamado Drosselmeyer trae extraños regalos: juguetes mecánicos, un Arlequín y una Colombina que bailan ante los fascinados niños. El regalo final es un grotesco cascanueces que recibe la niña Clara, ante los celos de su hermano Fritz. Por supuesto, como ocurre en casi todas las fiestas de Navidad, los niños se pelean por el cascanueces. Más tarde, por la noche mientras todos duermen, Clara regresa a la sala para encontrarse con que los juguetes navideños han cobrado vida. Hay una invasión de ratones que es repelida por los soldaditos de plomo comandados por el cascanueces. Como premio a su valentía, el bravo estratega es convertido en príncipe y de inmediato invita a Clara a un paseo por el reino de los Dulces. Durante este paseo, Clara y el príncipe cascanueces son testigos de escenas diversas que culminan en un festival preparado en honor de Clara.

Como podrá verse, este cuento tiene, como todos los cuentos clásicos para niños, un claro subtexto de horror. ¿Se imaginan ustedes una batalla entre una horda de ratones y un regimiento de soldados de plomo? Es como para quitarle el sueño a cualquiera, niño o adulto. El cascanueces surgió de un encargo del Teatro Maryinski de San Petersburgo, y la coreografía original le fue solicitada al gran Marius Petipa, cuya grandeza no le impidió molestar continuamente a Chaikovski durante la creación de la obra, pretendiendo darle instrucciones sobre cómo escribir su música. Víctima de una especie de castigo divino (quizá provocado por el mago Drosselmeyer) el coreógrafo Petipa enfermó antes del estreno del ballet y su coreografía tuvo que ser concluida por Lev Ivanov. Chaikovski había recibido el encargo en 1891 y terminó la orquestación del ballet en febrero de 1892. Aun antes del estreno del ballet el compositor había presentado algunos fragmentos de la música en San Petersburgo, en un concierto que resultó muy exitoso, lo cual no sirvió mucho para calmar las dudas de Chaikovski sobre su nueva partitura. El estreno del ballet se llevó a cabo el 17 de diciembre de 1892 y la obra fue recibida con frialdad por el público. Al paso del tiempo, sin embargo, su popularidad creció hasta alcanzar una enorme aceptación por todo el mundo, básicamente a través de la suite realizada por Chaikovski con ocho números de la partitura original. Y como estoy seguro de que algunos de los títulos asignados a las partes de la obra son objeto de profunda curiosidad, ahí van los respectivos breviarios culturales:

  1. Un trepak es una danza popular rusa, muy viva, en compás binario.
  2. Un mirlitón es un recurso acústico, de origen folklórico, que se usa para modificar las cualidades sonoras de la voz o de un instrumento; esto se logra con la vibración de una membrana. Ejemplos: el viejo truco del papel de china sobre un peine, o el extraño instrumento de viento llamado kazoo.

Como último dato sobre este muy socorrido ballet navideño, cabe recordar que en la Danza del hada del azúcar, una de las piezas más atractivas de la partitura, Chaikovski emplea sabiamente el rico sonido de la celesta, instrumento que había conocido recientemente durante una visita a París, y por el cual se había sentido muy atraído. Dicen los conocedores que El cascanueces representa la primera aparición de la celesta en la música de concierto. (Celesta: instrumento de teclado cuyo sonido se produce por el impacto de martinetes sobre láminas metálicas).

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