DEBUSSY, CLAUDE - El mar

CLAUDE DEBUSSY (1862-1918)

La mar

Del amanecer al mediodía en el mar
Juego de las olas
Diálogo del viento y el mar

Si nos preguntáramos cuál ha sido el tema fundamental de la poesía a lo largo de los siglos, quizá la respuesta sería el amor. Si quisiéramos saber cuál ha sido el sujeto tratado con más frecuencia en la pintura, diríamos que el hombre, la mujer y la naturaleza han sido pintados con más frecuencia que ningún otro tema. Y en ambos casos, el de la poesía y el de la pintura, tendríamos que colocar al mar en un lugar muy alto en el pensamiento de los artistas. Sus insondables misterios, su terrorífica fuerza, sus cualidades míticas y sus incalculables riquezas han hecho que, desde tiempo inmemorial, el mar haya sido alternativamente héroe y villano, dios y demonio, amigo y enemigo, y, sobre todo, un tema recurrente en el pensamiento creativo de artistas de todas las épocas. No es extraño, pues, que existan numerosas composiciones musicales dedicadas al mar o a temas marinos, lo cual no deja de ser interesante porque plantea, una vez más, el añejo conflicto entre quienes abordan la música como una expresión sonora abstracta y quienes han intentado describir cosas concretas a través de sonidos organizados. ¿Qué podemos encontrar en el ámbito de las músicas marinas a través del tiempo? Una breve revisión de la historia de la música descriptiva nos permite descubrir, entre muchísimas otras obras, las siguientes:

Y como es de suponerse, la lista es mucho más larga. De todas las músicas de concierto que se refieren al mar, sin duda la más notable por su fuerza expresiva es la que lleva por título, simplemente, El mar, obra maestra del catálogo de Claude Debussy. El compositor fue desde niño un apasionado admirador del mar, al que llamaba su amigo, siempre innumerable y hermoso. El mar, que Debussy presentó como tres bosquejos sinfónicos, es prácticamente una compacta sinfonía en tres movimientos, en la que el compositor logra una unidad interna al repetir al final de la obra algunos temas del primer movimiento.

El mar fue estrenada en París en octubre de 1905, en uno de los conciertos de la famosa Orquesta Lamoureux, y se dice que buena parte de los ataques críticos que Debussy recibió por su obra se debieron a razones extramusicales. En 1899 Debussy se había casado con Rosalie Texier, y en 1904 la había dejado para fugarse con Emma Bardac. Acto seguido, Rosalie intentó suicidarse, sin éxito, y con ello se ganó la simpatía de los círculos artísticos de París. Así, con el estreno de El mar, mucha gente vio la oportunidad de hacer pagar a Debussy el artista los errores de conducta que le imputaban a Debussy el hombre. Como suele ocurrir con mucha frecuencia, entre las críticas que se hicieron a esta gran obra orquestal de Debussy hay algunas que con el paso del tiempo se convirtieron en meras descripciones. El crítico W.L. Hubbard escribió lo siguiente en un periódico de Chicago en 1909:

No hay temas suficientemente fuertes y claros para ser llamados temas. No hay siquiera un breve motivo que pueda ser tomado por el oído y el cerebro como una guía a través del laberinto tonal. Hay un sinfín de extraños efectos en la orquestación, un sinfín de combinaciones y progresiones armónicas tan poco usuales...

¿Se daría cuenta el señor Hubbard de que lo que escribía era ni más ni menos que una buena descripción funcional del impresionismo musical? Respecto al posible éxito de Debussy en su intento de describir el mar a través de sus pinceladas musicales impresionistas, no hay que olvidar como referencia el hecho de que uno de los temas predilectos de los pintores impresionistas fue, precisamente, ese mar innumerable y hermoso del que Debussy fue tan amigo.

Consulta todas las actividades que la Ciudad de México tiene para ti