SOTO MILLÁN, EDUARDO - La verdad única (estreno mundial)

Eduardo Soto Millán (1956)

La verdad única (estreno mundial)

Entre 2015 y 2017, el compositor mexicano Eduardo Soto Millán estuvo encargado de los grupos artísticos de la Universidad Veracruzana. Al concluir esta labor, recibe el encargo de componer una nueva obra orquestal, a ser interpretada por la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México. Mientras trabaja en esta partitura, redacta colaboraciones para distintos medios, entre ellas una para un libro sobre la historia del salterio en el Estado de Querétaro, que se presenta en septiembre de 2018. El día 26 de ese mes, se estrena en Xalapa su obra Cuarenta y tres, para voces blancas, cuyo referente de origen es el repugnante crimen que se cometió, justamente el 26 de septiembre de 2014, contra los estudiantes normalistas de Ayotzinapa, estreno que ocurre en el contexto de una actividad organizada por la Universidad Veracruzana bajo el título De Tlatelolco a Ayotzinapa, un paso adelante y tres atrás.
He aquí las palabras de Eduardo Soto Millán sobre su obra orquestal de reciente encargo:

Desde 1994, he compuesto muchas de mis obras como una forma de denuncia a manera de llamado en voz alta. Componer La verdad única –y hacerla realidad sonora- constituye para mí la oportunidad de expresarme y compartir (una vez más) mi voz interior que no es sino aquella de muchos de nosotros: una voz silenciosa que grita, que sufre y no tolera más las injusticias (en todas sus modalidades). Luego de un proceso durante varias obras -y años-, con La verdad única he llegado a un punto de máxima austeridad en el empleo de elementos musicales y expresivos y a la vez de síntesis pero además, aquí, un continuum de pantallas sonoras sustentan la arquitectura. Más que en un discurso dramático, al final de cuentas la obra se instala en un deseo de esperanza. Con motivo del 50 aniversario del Movimiento Estudiantil del ´68 en México, la obra me fue encargada por el Patronato del Centro Cultural Roberto Cantoral, A.C. Mi agradecimiento.

El hecho de que Soto Millán mencione el año 1994 como parteaguas de esta nueva forma suya de pensar y realizar su música tiene que ver directamente con su reacción al levantamiento zapatista que ocurrió en los primeros minutos y horas de aquel año singular en la historia de México. El compositor declara haber sido sacudido por aquellos hechos, que le provocaron un importante proceso de introspección y, a la vez, de observación de su entorno. Como consecuencia inmediata, y con esa actitud en mente, Eduardo Soto Millán compuso su obra titulada Corazón sur y, más tarde, escribe #Triquis, dedicada a esa comunidad, particularmente a sus niños, Rarámuri y Todas nuestras voces. Desde entonces, esta es la idea central que ha animado sus composiciones subsecuentes, excepción hecha de aquellas obras que le han sido encargadas con otras finalidades específicas. Respecto a su intención expresiva en este grupo de obras, manifiesta el compositor:

En estas partituras, que son a la vez una denuncia, un canto, un grito silencioso, suelo concluir, expresivamente hablando, con una suerte de luz, de esperanza, de la convicción de que todos debemos hacer algo. Y en algunas de ellas, no sé si en todas, he logrado que el público perciba esta intención mía, y que reaccione a ella con una toma de conciencia.

En la partitura de La verdad única, el compositor ha anotado estas palabras a manera de epígrafe:

Hay palabras que ocultan y mienten, pero la verdad una sólo es ¡siempre!

La verdad única se estrena el 27 de octubre de 2018, con la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México dirigida por Rodrigo Sierra Moncayo, en el contexto de un programa mexicano que incluye también partituras de Silvestre Revueltas (1899-1941), José Pablo Moncayo (1912-1958), Carlos Jiménez Mabarak (1916-1994) y Antonio Juan-Marcos (1979).

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