Corelli, Arcangelo - Concerto grosso en re mayor, op. 6, No. 4 para cuerdas y continuo

Arcangelo Corelli (1653-1713)

Concerto grosso en re mayor, op. 6, No. 4 para cuerdas y continuo

Adagio
Allegro
Adagio
Vivace
Allegro

Una de las observaciones más interesantes y precisas para comprender el lugar de Arcangelo Corelli en la historia de la música ha sido hecha por Michael Talbot. En un texto enciclopédico sobre el compositor italiano, Talbot afirma que el tamaño de la producción de Corelli es desproporcionadamente pequeño respecto a la influencia que ejerció en sus contemporáneos y en las generaciones que le siguieron. En efecto, el catálogo de Corelli contiene apenas seis colecciones de música instrumental y unas cuantas obras sueltas más. Además, este hábil compositor y violinista restringió su trabajo creador prácticamente a tres géneros: la sonata, la sonata en trío y el concierto; en este último rubro, es posible que la contribución más importante de Corelli esté contenida en las piezas que creó bajo la forma del concerto grosso. Originario de Fusignano, donde nació el 17 de febrero de 1653 en el seno de una familia acomodada, Corelli realizó sus primeros estudios musicales en Faenza, Lugo y Boloña. Los primeros datos de su presencia en Roma (en calidad de violinista) datan de 1675. A partir de entonces, Corelli pasó la mayor parte de su vida en la capital italiana; este hecho permitió que su música tuviera una difusión más amplia que si hubiera permanecido en la provincia como otros contemporáneos suyos. Durante su permanencia en Roma logró obtener una justificada reputación como violinista, compositor, director de conjuntos instrumentales y maestro de violín.

Algunas crónicas de la época indican con claridad que en todos estos ámbitos Corelli implantó un alto nivel de exigencia y disciplina a través del cual sentó las bases para un mayor desarrollo del medio musical italiano en el siglo XVIII. En 1706, en la ilustre compañía de Pasquini y Scarlatti, fue admitido como miembro de la Academia Arcadia, recibiendo el seudónimo de Arcomelo Erimanteo. Una de las actividades más importantes (y de mayor influencia) realizadas por Corelli fue la de tener a su cargo durante más de 20 años los famosos Conciertos de los Lunes, que se realizaban en casa del cardenal Ottoboni, y que en su tiempo fueron uno de los más importantes puntos focales de la actividad musical en Roma. La fama de Corelli rebasó pronto las fronteras romanas, y aunque recibió numerosas invitaciones para incorporarse al servicio musical de diversos nobles y potentados, prefirió permanecer en Roma. Además de que numerosos violinistas que más tarde se harían famosos hicieron el peregrinaje a Roma para estudiar con él, sus partituras adquirieron pronto tal fama que comenzaron a publicarse no sólo en Italia, sino también en Amberes, Amsterdam, París y Londres. Se dice que la contribución singular de Corelli a la música son sus concerti grossi; más aún, hay estudiosos que afirman que esta forma fue inventada por Corelli. Sea como fuere, el caso es que en los doce concerti grossi de Corelli es posible hallar una de las expresiones más refinadas de esta forma típicamente barroca, en la que un pequeño grupo de solistas ( llamado concertino ) tiene como interlocutor al grupo orquestal más grande de cuerdas y continuo ( llamado ripieno ). Sobre las bases sentadas por Corelli, numerosos compositores barrocos, dentro y fuera de Italia, hicieron suyo el concerto grosso, llevándolo a un importante grado de desarrollo que, en sus últimas fases, contemplaba la inclusión de uno o dos movimientos (casi siempre los exteriores) planteados en forma fugada. Los Conciertos de Brandenburgo de Bach son quizá el ejemplo más acabado de concerti grossi, y ciertamente están en deuda con Corelli.

Otra muestra de la influencia de Corelli está en el hecho de que muchos de sus contemporáneos lo imitaron desvergonzadamente, mientras que numerosos músicos de generaciones posteriores compusieron obras dedicadas a él o basadas en temas suyos. A Corelli se deben también las más conocidas (entre muchas) variaciones sobre el famoso tema conocido como La folía o La folía de España, que incluyó en una de sus sonatas para violín y continuo, escrita alrededor del año 1700. Al morir Arcangelo Corelli el 8 de enero de 713, fue enterrado con honores en el Panteón romano, muy cerca de la tumba del gran pintor Rafael Sanzio. Este hecho representó algo más que un detalle de justicia poética, ya que a lo largo de su vida Corelli estableció una cercana relación con los más notables pintores de su tiempo, llegando a formar una estimable colección personal de pintura.

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