Mata, Eduardo - Sinfonía No. 2 Romántica

Eduardo Mata (1942-1995)

Sinfonía No. 2 Romántica

Allegro moderato
Lento cantabile
Allegro molto (Scherzo y trío)
Allegro moderato

En México, ningún melómano de corazón ha olvidado a Eduardo Mata, el gran director de orquesta. Sin embargo, son pocos los que conocen su importante faceta de compositor. Ello se debe a que Mata no pudo dar a su actividad compositiva la continuidad que él hubiera querido, debido a su siempre ascendente carrera internacional como director. De hecho, al retirarse de la dirección musical de la Orquesta Sinfónica de Dallas, su intención era la de dedicar una buena parte de su tiempo a componer; así me lo dijo en varias ocasiones, pero su prematura muerte truncó el proyecto. Por otra parte, la atención que dio a su carrera en los podios de diversas orquestas tuvo como consecuencia que su propia música fuera interpretada con escasa frecuencia; además, sólo unas cuantas de sus partituras han sido grabadas hasta la fecha.

Hoy, el trabajo de Mata como compositor bien merece una revalorización, misma que pudiera comenzar a partir del admirable trabajo realizado por la musicóloga Gloria Carmona, quien durante un largo período metió las manos en el archivo de Eduardo Mata, localizó, identificó, clasificó, ordenó y catalogó sus composiciones. Así, una revisión del catálogo realizado por Gloria Carmona permite descubrir alrededor de cuarenta obras de Mata, que incluyen una ópera fragmentaria, música para ballet, teatro, cine, piezas vocales, obras de cámara, apuntes y bosquejos diversos. En el apartado de obras orquestales se encuentra la partitura inconclusa titulada Dos (1956), Dos caprichos (1958), de los cuales sólo el primero fue concluido, y dos sinfonías. La Primera sinfonía, titulada Clásica, data de 1961-1962 y fue estrenada en marzo de 1962 bajo la dirección del propio Mata. La Segunda sinfonía, terminada al año siguiente, es la llamada Romántica. El hecho de que Mata, un músico moderno, haya elegido esas etiquetas para sus dos sinfonías, tiene que ver con la componente académica que está en su origen. Por aquellos años, Mata formaba parte del Taller de Composición que dirigía Carlos Chávez (1899-1978) en el Conservatorio Nacional de Música. Un reflejo de esta actividad de estudio se encuentra, por ejemplo, en que un buen número de las obras pianísticas de Mata son ejercicios basados en diversos elementos de piezas para piano de Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791). En este contexto, está perfectamente documentado el origen académico de la Segunda sinfonía de Mata, ya que la obra fue estrenada en un concierto del Taller de Composición, junto con el poema sinfónico Brand (sobre Ibsen) de Jesús Villaseñor, y el poema sinfónico El viejo y el mar (sobre Hemingway) de Héctor Quintanar, ambos colegas de Mata en el Taller. En el programa de mano de ese concierto, el propio Chávez escribió una introducción en la que se refería en estos términos al taller y a las obras estrenadas esa noche:

Así, el primer año se estudió a Mozart, el segundo a Beethoven y Schubert, el tercero a Brahms y el cuarto a Wagner y Strauss. Las obras de Villaseñor y Quintanar que se presentan en este concierto son creaciones absolutamente originales de sus autores, siguiendo los procedimientos de composición del período cromático, y la obra de Mata, igualmente siguiendo los brahmsianos.

En efecto, tanto en su estructura (los tradicionales cuatro movimientos) como en su orquestación (maderas a dos, cuatro cornos, dos trompetas, timbales y cuerdas), la Sinfonía Romántica de Mata sigue de cerca los parámetros de la forma tal y como se entendían en el siglo XIX. El propio compositor aportó (igual que lo hicieron Villaseñor y Quintanar) la nota de programa para el estreno de la obra. Estas son las palabras de Eduardo Mata:

La Sinfonía Romántica fue compuesta durante 1963. El propósito expreso y la naturaleza de los temas de la obra han dado lugar a la denominación de Romántica, sin que ello involucre la presencia de elementos anecdóticos o de un programa extramusical. La forma (absolutamente cerrada) exenta de las libertades propias del romanticismo pretende recordar el sincretismo clásico-romántico de las sinfonías de Brahms, tomando en cuenta su manera de proceder para conseguir un equilibrio adecuado entre estos elementos de síntesis. Además, ciertas “preferencias” rítmicas, armónicas e instrumentales, típicamente brahmsianas, han sido glosadas ampliamente buscando una mayor cercanía al estilo.

Después de estas líneas, Mata ofrece un análisis estructural detallado de la sinfonía, cuya lectura confirma, por si hiciera falta, que en su composición se apegó muy de cerca de los cánones creativos de Johannes Brahms (1833-1897). Eduardo Mata firmó el manuscrito de su Segunda sinfonía en la Ciudad de México en noviembre de 1963. La obra fue estrenada en el Teatro de Bellas Artes el 29 del mismo mes por Carlos Chávez al frente de la Orquesta Sinfónica Nacional. Con esta Segunda sinfonía, Eduardo Mata viene a añadirse al grupo de compositores cuyo catálogo incluye, también, una sinfonía llamada Romántica: Anton Bruckner (1824-1896), Howard Hanson (1896-1981), Christopher Steel (1938-1991) y Carlos Chávez, entre otros.

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