Thanatos
Originario de la Ciudad de México, Alexis Aranda se preparó como pianista con Magdalena León Mariscal, y como compositor con Mario Lavista. Realizó, además, estudios teóricos en el Conservatorio de Padua. Sus obras han sido interpretadas en México, los Estados Unidos, Inglaterra e Italia. En 1999 obtuvo la Beca Jóvenes Creadores del FONCA y en 2004 fue compositor residente de la Orquesta Sinfónica Nacional. Sobre su pieza Thánatos, que es su primera partitura orquestal, el compositor comenta lo siguiente:
Thánatos es el genio alado de la mitología griega que representa a la muerte. Traté de reflejar el poderío de la energía de la muerte, más que su lado lúgubre, en una imagen sonora de cómo imaginé que sería estar en presencia de este genio. Escribí la obra para una dotación de maderas a dos, cuatro cornos, dos trompetas, dos trombones, tuba, dos percusionistas, piano y cuerdas.
Desde el punto de vista mitológico, Thánatos es el portador de la muerte sin violencia. Por ello se dice que su toque es suave, igual que el de su hermano gemelo Hipnos, portador del sueño. Los asuntos relativos a la muerte violenta quedaban en manos de las Keres, hermanas de Hipnos y Thánatos, quienes entre otras cosas solían rondar los campos de batalla. Como tantas otras figuras de la mitología griega, Thánatos tiene su contraparte en la mitología romana: Mors, también conocido como Letum o Letus.
Para profundizar un poco en esta figura desde el punto de vista del psicoanálisis freudiano, vale decir que Thánatos es sencillamente la pulsión de la muerte. Es bien sabido, además, que en este ámbito suele mencionarse a Thánatos junto a su opuesto, Eros, que es la pulsión de vida-amor-erotismo-sexo. Esa pulsión de muerte, que fue identificada, explorada y analizada a fondo por Freud, apunta hacia el deseo de darse por vencido en la lucha de la vida, renunciar a seguir intentándolo y, a la vez, aspirar a la paz y la tranquilidad (y ausencia de conflicto) que significa la tumba.
La obra le fue encargada a Alexis Aranda por el Festival del Centro Histórico de la Ciudad de México para la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México. En el marco de la edición del año 2000 del Festival, la OFCM estrenó la obra el 2 de abril bajo la dirección de Carlos Miguel Prieto, en el Teatro de Bellas Artes, en el contexto de un interesante concierto en el que se estrenaron otras cuatro partituras de jóvenes compositores mexicanos encargadas para la ocasión. Bien recibida por público y crítica, Thánatos fue interpretada de nuevo ese mismo año por la OFCM, bajo la dirección de José Areán y quedó grabada en un disco compacto en su ejecución de estreno. La audición de esta grabación permite percibir una pieza que se inicia en un ambiente dramático y poderoso, rítmicamente muy acentuado y que en lo general tiende a sonoridades oscuras, contrastadas más tarde con el uso de registros más altos en la orquesta. En su parte media, Thánatos contiene un episodio en que los timbales y la percusión adquieren un rol protagónico. Hay entonces una transición abrupta a una sección lenta de sonoridades tensas, con un cierto estado de ánimo misterioso y de anticipación. Esta sección va creciendo en volumen y densidad y desemboca en un final que, como el inicio de la obra, es potente y rítmico.
Como una de las numerosas muestras de la fascinación que esta figura mitológica genera en toda clase de ámbitos, se puede mencionar, por ejemplo, que en 1984 se formó en Rotterdam el grupo Thánatos, la primera banda holandesa de heavy metal extremo, que a lo largo de su extensa trayectoria ha estado cercanamente asociada a los géneros conocidos como death metal y trash metal. Es decir: quizá no se equivocan tanto quienes asocian (casi siempre por razones equivocadas) al rock pesado con asuntos mortuorios.
