Hayd, Franz Joseph - Sinfonía no. 94, Hob. I:94 _Sorpresa_

Franz Joseph Haydn (1732-1809)

Sinfonía no. 94, Hob. I:94 Sorpresa

Adagio – Vivace assai
Andante
Menuet. Allegro molto – Trio
Finale. Allegro di molto

Bien conocida es la fructífera relación que Franz Joseph Haydn mantuvo con la ciudad de Londres y sus instituciones musicales en su período de mayor madurez como compositor. El catalizador de la conexión londinense de Haydn fue el violinista y empresario alemán Johann Peter Salomon, gracias a cuyos buenos oficios el compositor austriaco fue recibido con singular hospitalidad y una admiración bien merecida en la capital inglesa. Para ese entonces (estamos hablando del período entre 1791 y 1795) ya se hallaba bien establecida la costumbre de los conciertos públicos considerados no sólo como un hecho cultural y social sino también como un incipiente negocio. Así, para sus compromisos londinenses, Haydn compuso entre otras cosas una importante serie de sinfonías, que de hecho habrían de ser las últimas de su catálogo y que llevan los números de orden de la 93 a la 104. Estrictamente, cualquiera de estas sinfonías podría llevar el título de Londres, y aunque en ocasiones todas ellas son llamadas las Sinfonías londinenses, sólo una de ellas, la Sinfonía No. 104, es conocida “oficialmente” como Sinfonía Londres. Otras sinfonías de este período de la producción de Haydn llevan también famosos títulos: El milagro, Militar, El reloj, Redoble de timbal. En este ámbito de los títulos y las intenciones narrativas, la más famosa de las Sinfonías londinenses es la Sinfonía No. 94, conocida como Sorpresa.

La sinfonía debe su título a lo que ocurre al inicio de su segundo movimiento. El Andante inicia con un suave, gentil y callado tema de cuatro compases, que Haydn repite de inmediato, aún más callado. Y de pronto, suena un poderoso acorde a toda orquesta que, según los chismes de la época, tenía la intención de despertar a las damas de sociedad que se hubieran dormido durante el concierto. En realidad, no se trata más que de un llamativo efecto, un elemento de contraste que no es inusual en otras obras anteriores de Haydn. De hecho, el compositor había utilizado ya este recurso en su Sinfonía No. 60, El distraído, pero en un contexto diverso y con intenciones distintas. En algunos textos y en algunas grabaciones de la obra se le llama también por un título alternativo, Golpe de timbal, por la misma razón ya referida. Por lo demás, la Sinfonía No. 94 sigue el patrón usual de las sinfonías de Haydn, incluyendo la introducción lenta (pero menos solemne y tormentosa que en otras sinfonías suyas) que precede al Vivace assai inicial. El minueto (en la tradicional forma A-B-A), de cortesana elegancia, es particularmente atractivo. Sobre el movimiento final de la Sinfonía No. 94, Charles Rosen hace interesantes observaciones en su indispensable análisis del estilo clásico. Menciona el musicólogo que en el Allegro di molto con que concluye la sinfonía, Haydn utiliza de manera particularmente efectiva uno de sus recursos dramáticos favoritos: el regreso inesperado (pero cuidadosamente preparado) del tema principal del movimiento en su forma original. Más adelante, en una sección de su libro en la que discute la Sonata Appassionata de Ludwig van Beethoven (1770-1827), Rosen afirma que el recurso de resolución de las variaciones del movimiento lento de la sonata para piano (basado en regresar al tema de una manera propia de una recapitulación de forma sonata) es muy similar a la forma como Haydn lo hace en la Sinfonía Sorpresa.

Respecto a la sorpresa misma, la reacción del público de entonces fue variada, como lo fue también la reacción de la prensa. Con motivo del estreno de la Sinfonía No. 94, el cronista de The Diary mencionó simplemente que el segundo movimiento de la obra era “sencillo, profundo y sublime”. En contraposición, su colega de The Oracle se dejó llevar por lo llamativo e inesperado del efecto planteado por Haydn y escribió:

La sorpresa bien puede ser comparada con la situación de una hermosa pastora que, arrullada por el distante murmullo de una cascada, se despierta alarmada por el inesperado estampido de una escopeta de caza.

La obra está escrita para una rica orquestación que incluye pares de flautas, oboes, fagotes, cornos y trompetas, además de timbales y cuerdas. El manuscrito de la Sinfonía No. 94 está fechado en 1791, y según los cuadernos de apuntes del propio Haydn, la obra se estrenó durante la primera de las estancias del compositor en Londres, el 23 de marzo de 1792.

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