Shostakovich, Dmitri - Concierto para violonchelo y orquesta no. 1

Dmitri Shostakovich (1906-1975)

Concierto para violonchelo y orquesta no. 1

Allegretto
Moderato
Andantino-Allegro
Allegro non troppo

Cuando se habla del catálogo de composiciones de Dmitri Shostakovich suele ser obligatorio referirse a sus quince sinfonías y sus quince cuartetos de cuerda como lo más importante de su producción musical. Sin embargo, sería injusto olvidar las otras áreas de su trabajo creativo, no sólo porque en ellas hay música muy interesante y muy valiosa, sino también porque ahí pueden hallarse significativas contribuciones del gran compositor ruso a la música de nuestro tiempo. En este sentido, es indispensable mencionar su importante producción en el ámbito de los conciertos para instrumento solista y orquesta.

En el área de la escritura concertante, Shostakovich fue en general menos aventurero que muchos de sus contemporáneos. Ahí donde otros compositores exploraron la sonoridad de instrumentos solistas poco convencionales, Shostakovich eligió caminos más seguros: compuso, de modo muy simétrico, dos conciertos para violín, dos conciertos para piano y dos conciertos para violoncello. A lo más que llegó Shostakovich fue a incluir en el primero de los conciertos para piano (1933) una importante parte para trompeta, instrumento que funciona casi como un segundo solista.

El primero de los dos conciertos que Shostakovich escribió para el violoncello data del año de 1959, y según el catálogo cronológico de sus composiciones, esta fue la única obra importante escrita en ese año; su único otro trabajo de 1959 fue la transcripción para orquesta de la Khovanschina de Modesto Mussorgski (1839-1881). Como tantas otras obras de la historia de la música, el Primer concierto para violoncello de Shostakovich debe su existencia a la presencia cercana de un gran intérprete: el espléndido violoncellista Mstislav Rostropovich, quien fue amigo cercano de Shostakovich y, sin duda, uno de sus intérpretes más comprometidos. Así, Shostakovich dedicó esta obra a Rostropovich, quien fue el encargado de estrenarla en la ciudad de Leningrado el 4 de octubre de 1959, con la Orquesta Filarmónica Estatal de Leningrado dirigida por Evgeny Mravinsky, otro gran intérprete de la música de Shostakovich. Cinco días después, la obra fue tocada por primera vez en Moscú, con el mismo Rostropovich como solista y bajo la dirección de Alexander Gauk. Con motivo de este estreno en Moscú, el gran director de orquesta Kiril Kondrashin escribió una reseña de la obra, en la que mencionaba las similitudes de esta obra con el Primer concierto para violín de Shostakovich. Más adelante, Kondrashin se refería a la original forma de este concierto para violoncello, a su colorido y brillante movimiento final, al concentrado lirismo de sus movimientos lentos. En otra parte de su nota, Kondrashin ponía una vez más el dedo en la llaga político-musical que marcó a Shostakovich durante toda su vida profesional. Escribía Kondrashin:

A veces, los principios del realismo socialista han sido interpretados de modo primitivo, como si la obra debiera ser comprendida a toda costa, aunque el precio sea la trivialidad. Esta errónea interpretación puede refutarse de manera general con la música de Shostakovich, y en particular, con su Concierto para violoncello.

Dicho de otra manera, Kondrashin parecía estar convencido de que esta obra de Shostakovich era una muestra suprema del credo estético del realismo socialista, aunque, según lo ha demostrado la historia, es más probable que el Primer concierto para violoncello sea sólo música y nada más. No olvidemos a este respecto que Shostakovich tuvo muchos problemas con la burocracia soviética de su tiempo, que criticó duramente su música en más de una ocasión, llegando incluso a aislar al compositor, a relegarlo a un plano secundario dentro del aparato cultural soviético, salvo cuando convenía a los intereses de las altas jerarquías del stalinismo.

En contraste con esta actitud vale la pena mencionar que cuando el Primer concierto para violoncello de Shostakovich se estrenó en los Estados Unidos, con Rostropovich como solista y la Orquesta de Filadelfia dirigida por Eugene Ormandy, se hallaba presente una verdadera constelación de personalidades musicales. Además del propio compositor, asistieron a este estreno otros importantes músicos soviéticos: Dmitri Kabalevsky (1904-1987), Tikhon Khrennikov (1913-2007), Konstantin Dankevich (1905-1984) y Fikret Amirov (1922-1984). Y, por otro lado, se dieron cita al estreno varios de los compositores estadunidenses más relevantes de esa época, como Henry Cowell (1897-1965), Roger Sessions (1896-1985), Samuel Barber (1910-1981), Paul Creston (1906-1985), Gian Carlo Menotti (1911-2007), Vincent Persichetti (1915-1987), Elie Siegmeister (1909-1991), Richard Yardumian (1917-1985) y Norman Dello Joio (1913-2008). Es decir, que el vacío que a veces se le hacía a Shostakovich en su patria era subsanado por la admiración que se le tenía en el extranjero.

Siete años después del estreno de esta obra, el mismo Mstislav Rostropovich se encargó de estrenar el Segundo concierto para violoncello de Shostakovich, también dedicado a él, en Moscú, el 25 de septiembre de 1966.

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