Händel, Georg Friedrich - *Entrada de la reina de Saba*, del oratorio *Salomón*, HWV 67

Georg Friedrich Händel (1685-1759)

Entrada de la reina de Saba, del oratorio Salomón, HWV 67

(Arreglo de Paul Archibald)

En su libro titulado Grandes obras maestras corales, Melvin Berger dedica uno de sus capítulos más ricos a los oratorios de Händel; en el apartado dedicado al oratorio Salomón, Berger escribe lo siguiente a manera de introducción:

Cartas y otros documentos de la época muestran que Händel escribió el oratorio Judas Macabeo como una metáfora de la victoria del duque de Cumberland sobre las fuerzas rebeldes del príncipe Carlos Eduardo. Y aunque se carece de evidencia específica, muchos especialistas creen que el oratorio Salomón es el retrato de una sociedad ideal como metáfora de Inglaterra bajo el reinado del rey Jorge II, quien fue patrono y objeto de admiración de Händel. También falta información sobre el libretista de Salomón. Algunos comentaristas sugieren que el escritor fue el reverendo Thomas Morell, pero el texto es tan distinto a otros de Morell que esta afirmación es dudosa; aunque está basado en fuentes bíblicas (en su mayor parte Crónicas II y Reyes I), la narración no enfatiza los aspectos religiosos.

Básicamente, el oratorio narra el reinado de Salomón, hijo de David, durante el período de mayor gloria de Israel. La partitura del oratorio Salomón incluye la presencia de coro mixto y orquesta, además de los solistas vocales que se encargan de los siguientes personajes: Salomón, el sacerdote Zadok, la reina (hija del faraón y esposa de Salomón), la reina de Saba, dos meretrices y un levita. Al inicio del Acto III de Salomón, Händel presenta una especie de obertura instrumental (en aquel entonces se le llamaba sinfonía) que precede a la entrada de la reina de Saba, que llega a la corte de Salomón trayendo regalos y ofrendas para el rey de Israel.

Händel compuso el oratorio Salomón entre mayo y junio de 1748, y él mismo se encargó de dirigir el estreno de la obra en el Covent Garden de Londres, el 17 de marzo de 1749. Salomón no fue tan bien recibido como otros oratorios de Händel, y después de un par de ejecuciones más, no se volvió a interpretar sino hasta marzo de 1759, poco antes de la muerte del compositor. Al inicio de ese año, el compositor había revisado el oratorio, añadiendo cinco números vocales a la continuidad original.

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