Sólo Dvořák
Esta página documenta un concierto pasado.
Información: ¡Concierto precedido por música de cámara en el LOBBY!
Solista y músicos de la OFCM tocan una obra música de cámara antes del concierto. Disfruta nuestro programa de preconciertos.
Sábado, 28 de mayo, 17:00 horas
Sala Silvestre Revueltas CCOY
Domingo, 29 de mayo, 11:30 horas
Sala Silvestre Revueltas CCOY
SCOTT YOO, director
BION TSANG, violoncello
Antonin Dvořák - Sexteto en La Mayor, Op. 48
Sábado, 28 de mayo, 18:00 horas
Sala Silvestre Revueltas CCOY
Domingo, 29 de mayo, 12:30 horas
Sala Silvestre Revueltas CCOY
SCOTT YOO, director
BION TSANG, violoncello
Antonín Dvořák (1841–1904) Concierto para violoncello y orquesta en si menor, Op. 104
Concierto para violoncello y orquesta en si menor, Op. 104
En la vida y la obra de Antonin Dvorák, compositor plenamente arraigado en su origen bohemio, pueden hallarse dos dinámicas musicales fundamentales, que en realidad forman parte de la misma visión: la primera es la del compositor en contacto cercano con sus raíces y con la posibilidad de volcarlas directamente en su música; la segunda es la del compositor que, lejos de su tierra natal, vuelve a las raíces a través de la nostalgia y la imaginación, elementos que también hallan su camino a través de sus composiciones.
Este segundo elemento de nostalgia e imaginación cristalizó en la vida de Dvorák entre los años 1892 y 1895, cuando poderosas razones lo alejaron de su amada tierra bohemia. En el año de 1885 la señora Jeanette Thurber había fundado en Nueva York el Conservatorio Nacional de Música, y hacia 1891, considerando la ausencia total de una tradición musical en el nuevo mundo, volvió la mirada a Europa en busca de un músico que se hiciera cargo de la dirección de la institución. Para entonces, Dvorák cumplía cincuenta años de edad y su reputación como compositor estaba bien establecida, no sólo en la Europa continental, sino también de manera muy especial en Inglaterra, país que acogió muy hospitalariamente la cálida música del hijo dilecto de Bohemia. Así, en el verano de 1891 Dvorák aceptó el ofrecimiento de la señora Thurber y se dispuso a partir hacia América, con su curriculum sólidamente establecido: en ese mismo año Dvorák recibió doctorados honoríficos de las universidades de Cambridge y Praga. El Conservatorio de Praga le concedió entonces al compositor la licencia del caso y Dvorák partió hacia Nueva York, donde, desde septiembre de 1892 hasta mayo de 1894 fue director del Conservatorio Nacional, donde tuvo como principal tarea la de reorganizar por completo los sistemas de enseñanza musical. Durante ese período americano, sus labores oficiales no le impidieron a Dvorák seguir componiendo música. La estancia del compositor en Estados Unidos produjo, además de la muy famosa sinfonía Del nuevo mundo, la Sonatina para violín, una Suite para piano, sus diez Leyendas bíblicas, el Cuarteto Op. 96 llamado Americano, el Quinteto de cuerdas Op. 97 y el Concierto para violoncello Op. 104 que hoy nos ocupa.
Un dato poco conocido respecto a Dvorák y el violoncello es que a la edad de 24 años probó a componer un concierto para el instrumento, obra fallida que no fue redescubierta sino hasta 1925. Treinta años después de ese intento de juventud, y ya en plena madurez profesional, Dvorák lo intentó de nuevo, y logró una de las obras más sólidas de todo el repertorio. El compositor inició la creación de su Concierto para violoncello en noviembre de 1894, y además de la evidente nostalgia por su patria puede detectarse en la obra el saludable efecto producido por la visita que Dvorák hizo en 1893 al pequeño pueblo de Spillville en el estado de Iowa, que era una comunidad de inmigrantes bohemios.
Recordándonos con cuánto amor trataba Dvorák al clarinete, es un par de estos instrumentos el que inicia el primer movimiento del Concierto para violoncello, con el que ha de ser su tema principal, retomado después por el resto de la orquesta. El corno, y de nuevo los clarinetes, entonan el tema secundario hasta que el violoncello solista, noble y poderoso, se hace cargo del primer tema. Un sólido y extenso desarrollo culmina en una expansiva coda en la que el tema principal es reafirmado por toda la orquesta, en modo mayor, encabezada por las trompetas.
En el movimiento lento son de nuevo los clarinetes los que sirven de anfitriones para el solista, con quien inician un cálido diálogo en el que participan alternativamente otros instrumentos. Más adelante, un episodio en el que el instrumento solista es trabajado a cuerdas dobles, con los alientos como fondo, conduce de nuevo al intercambio del violoncello con los clarinetes, para dar paso a la contemplativa coda.
Un tema marcial muy marcado, que regresará a lo largo del movimiento, abre el Finale, y el brillo del triángulo anuncia la entrada del solista. Aunque la reexposición del tema principal es realizada en un ámbito íntimo, alejado de la marcialidad del principio, Dvorák nos recuerda continuamente que su pensamiento es fundamentalmente sinfónico y expansivo. En la parte media del movimiento reaparece el tema principal del Allegro inicial, que se funde con los nuevos temas del Finale, cambiando sutilmente de forma y de envoltura armónica. La conclusión es anunciada por un breve y solemne coral a cargo de los metales, seguido por un episodio nostálgico y contemplativo. Trompetas con sordina anuncian la última intervención del solista, que es comentada por los violines. El violoncello en su registro agudo hace volver a los clarinetes del inicio de la obra y da paso a una de las codas más brillantes de todo el catálogo de Dvorák, notable por su resplandeciente orquestación.
En un principio, Dvorák dedicó su Concierto para violoncello a Hanus Wihan, violoncellista del Cuarteto Bohemio de Cuerdas, pero Wihan insistía en tocar una cadenza para su lucimiento personal, a lo que el compositor se opuso enérgicamente. Así, el Concierto para violoncello de Dvorák fue estrenado el 19 de marzo de 1896 en un concierto de la Sociedad Filarmónica de Londres, con Dvorák dirigiendo la orquesta y Leo Stern como solista. El éxito de la obra fue inmediato, y tres años después Hanus Wihan recapacitó, cambió de opinión y tocó el concierto tal y como Dvorák lo había escrito, en una sesión musical dirigida por Willem Mengelberg en la ciudad de La Haya.
Allegro
Adagio ma non troppo
Finale: Allegro moderato
Antonín Dvořák (1841–1904) Sinfonía No. 6 en re mayor, Op. 60
Sinfonía No. 6 en re mayor, Op. 60
Unos días antes de iniciar la redacción de esta nota escuché, después de mucho tiempo de no hacerlo, la espléndida grabación de István Kertész y la Orquesta Sinfónica de Londres a la Sexta sinfonía de Antonin Dvorák. Después de esta audición me quedé pensando un largo rato, buscando un adjetivo adecuado para la obra, y finalmente me dije: “¡Caramba, qué sinfonía tan... pastoral!” Muy orgulloso de mi hallazgo, me di entonces a la tarea de buscar información específica sobre la obra, y entre otras cosas encontré que al menos una docena de musicólogos de épocas y latitudes diversas han hablado de la Sexta sinfonía como la Pastoral de Dvorák. Así pues, una vez roto el encanto de mi presunto hallazgo y de mi inexistente originalidad, no tuve más remedio que dedicarme en serio a investigar los posibles perfiles pastorales de esta, una de las sinfonías más luminosas de ese buen músico bohemio que fue Antonin Dvorák.
A manera de síntesis rápida, es posible mencionar rápidamente las tres palabras que los especialistas utilizan cuando se refieren a la Sexta sinfonía de Dvorák: esas palabras son Beethoven, Brahms y folklore. Evidentemente, esta sinfonía es mucho más que un simple coctel de influencias o plagios, por lo que se hace indispensable explicar esos tres elementos que, sin duda, confluyen en esta sinfonía.
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Ludwig van Beethoven (1770-1827). Quizá no haya sido una casualidad que, para su Sexta sinfonía, Dvorák haya elegido la misma tonalidad, re mayor, que Beethoven eligió para su propia Sexta sinfonía. Este hecho, combinado con la impresión acústica (subjetiva pero muy difundida) de las cualidades bucólicas de la Sexta de Dvorák han hecho que se facilite el aplicar a esta obra, extraoficialmente, el adjetivo de pastoral. Pero más allá de estas coincidencias, es un hecho evidente que en esta, como en otras de sus sinfonías, Dvorák rinde tributo al sinfonismo beethoveniano en ciertas cuestiones formales y expresivas. (Por cierto, no está de más mencionar respecto a este asunto de los homenajes a través de las tonalidades, que Anton Bruckner (1824-1896) eligió para su Novena sinfonía la misma tonalidad, re menor, que Beethoven había elegido para la suya.)
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Johannes Brahms (1833-1897). Todo análisis de la música de Dvorák, tanto en su producción sinfónica como en sus obras de cámara, indica con claridad la cercanía evidente de su pensamiento musical con el de Brahms. Podría decirse, para simplificar las cosas, que la música de Dvorák puede entenderse como una extensión del estilo de Brahms, con más libertad lírica y más flexibilidad expresiva, con colores instrumentales más atrevidos y brillantes, y con el sello especial del folklore de Bohemia. En este sentido es importante recordar también que Brahms fue siempre un generoso promotor y divulgador de la música de Dvorák, cosa que se le agradece cumplidamente. El caso es que la Sexta sinfonía de Dvorák tiene muchos puntos de contacto con la Segunda sinfonía de Brahms; entre ellos, la misma tonalidad y el mismo ámbito expresivo bucólico...o pastoral.
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Folklore bohemio. Sería erróneo decir que todas las obras de Dvorák están fuertemente marcadas por el color local de su patria, pero es indudable que muchas de sus partituras, aun sin hacer referencias directas a ritmos, melodías o armonías tradicionales, poseen de modo casi automático el espíritu de Bohemia. Si las Danzas eslavas son el ejemplo más claro de ello, en otras obras de Dvorák es posible hallar también referencias directas a los sonidos tradicionales de su tierra. En el caso particular de la Sexta sinfonía, está el hecho de que el Scherzo está elaborado bajo la forma y la dinámica de un furiant, danza folklórica que el compositor utilizó también en un par de obras para piano, indudablemente bajo la influencia del furiant que aparece en La novia vendida, ópera de su colega y compatriota Bedrich Smetana (1824-1884). El furiant tradicional es una danza vivaz y exuberante en la que se combinan los compases de 2/4 y 3/4, aunque algunos furiants originales del siglo XIX están escritos totalmente en compás de 2/4, con acentos irregulares que dan la impresión de cambio de compás. Breviario lingüístico: la palabra furiant nada tiene que ver con la furia, y según los enterados, se refería originalmente a un jovenzuelo vivaz e impertinente.
Dvorák compuso su Sexta sinfonía en el otoño de 1880, y esta fue la primera de sus sinfonías en ser impresa, por lo que llevó el número 1 en el viejo catálogo sinfónico del compositor. La sinfonía representa, según los estudiosos, la culminación de la primera fase nacionalista en el desarrollo musical de Dvorák. La obra fue estrenada en Praga el 25 de marzo de 1881, y la partitura está dedicada al gran director de orquesta Hans Richter. Poco después del estreno absoluto, Richter quiso dirigir el estreno de la sinfonía en Viena, pero por entonces había en la capital austríaca (que nunca se ha distinguido por su generosidad para con los extranjeros) una fuerte corriente de hostilidad hacia los pueblos de los confines del imperio austro-húngaro, incluyendo, claro, el pueblo checo. Así, la primera ejecución de la Sexta sinfonía de Dvorák fuera de su tierra natal ocurrió en Leipzig en 1882, bajo la dirección de Paul Klengel.
Allegro non tanto
Adagio
Scherzo (Furiant). Presto
Finale: Allegro con spirito
Scott Yoo
Director(a)
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Scott Yoo
Director(a)
Scott Yoo es director principal y director artístico de la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México y director musical del Festival Mozaic. Es también anfitrión y productor ejecutivo de la nueva serie de PBS Now Hear This, primera serie sobre música clásica en la televisión estadounidense agendada para prime time en 50 años. Es director del festival de música de Colorado College y fundador del Medellín Festicámara, programa de música de cámara que reúne a artistas de talla mundial con jóvenes músicos desfavorecidos.
En el último año, el Mtro. Yoo dirigió la London Symphony Orchestra y la Royal Scottish National Orchestra en grabaciones para Sony Classical. Ha dirigido las sinfónicas de Colorado, Dallas, Indianápolis, Nuevo Mundo, San Francisco y Utah, y a la Orquesta de Cámara de St. Paul tanto en su festival propio, el Elliott Carter, como en su debut en el Carnegie Hall. En Europa ha dirigido la English Chamber Orchestra, la City of London Sinfonia, la Britten Sinfonia, la orquesta filarmónica de Radio Francia, el ensamble orquestal de Paris, la Odense Symphony y la Sinfónica Nacional de Estonia. En Asia el Mtro. Yoo ha dirigido la Orquesta sinfónica Yomiuri Nippon en Tokio, la Filarmónica de Seúl y Filarmónica de Busan en Corea.
Como defensor de la música de nuestro tiempo, Yoo ha estrenado 71 obras de 38 compositores. Con la orquesta de cámara Metamorphosen, grabó American Seasons de Mark O'Connor para Sony Classical; con la orquesta de cámara John Harbison, trabajando con la soprano Dawn Upshaw para Bridge Records, consiguieron la nominación al National Public Radio Performance Today; y los ciclos de canciones de Earl Kim con las sopranos Benita Valente y Karol Bennett para el sello New World, grabación que recibió el Critics Choice en el New York Times. Otros de sus proyectos de grabación incluyen la obra integral para orquesta de Earl Kim con la Orquesta Nacional de Irlanda RTE para el sello Naxos, las obras de Carter, Lieberson y Ruders, y el ciclo de conciertos para piano de Mozart.
Como violinista, Yoo se ha presentado como solista en la Boston Symphony, la Dallas Symphony, la San Francisco Symphony, la Colorado Symphony, la Indianapolis Symphony, la New World Symphony y la Orquesta de St. Luke's. También ha sido invitado a festivales de música de cámara en todo Estados Unidos, como el Bargemusic, el propio de la Boston Chamber Music Society, con la Chamber Music Society del Lincoln Center, el Kingston Chamber Music Festival, Laurel Music Festival, New Hampshire Music Festival y el Seattle Chamber Music Festival.
Tras comenzar sus estudios musicales a la edad de tres años, recibió el primer premio en el Concurso Internacional de Violín Josef Gingold en 1988, el Young Concert Artists International Auditions en 1989 así como la beca de carrera Avery Fisher en 1994. En 1993 fundó la orquesta de cámara Metamorphosen, que ha dirigido en los conciertos por suscripción en la Jordan Hall en Boston y en el Troy Savings Bank Music Hall en Troy, Nueva York; de gira también en lugares como Avery Fisher Hall y 92nd Street. 'Y' en Nueva York y la Biblioteca del Congreso en Washington.
Scott Yoo nació en Tokio y se crió en Glastonbury, Connecticut. Hijo de madre japonesa y padre coreano, asistió a la Universidad de Harvard, donde obtuvo la licenciatura. Estudió violín con Roman Totenberg, Albert Markov, Paul Kantor y Dorothy DeLay, y dirección orquestal con Michael Gilbert y Michael Tilson-Thomas.
Bion Tsang
Violoncello
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Bion Tsang
Violoncello
Bion Tsang
El Violonchelista Bion Tsang ha sido reconocido internacionalmente como uno de los instrumentistas más destacados de su generación. Entre sus muchos honores se destacan, la beca profesional Avery Fisher, la beca profesional MEF, y la medalla de bronce en la IX Competencia Internacional Tchaikovsky. El Maestro Tsang obtuvo una nominación al Grammy por su desempeño en el especial PBS “A Company of Voices: Conspirare in Concert (Harmonia Mundi)”.
El ha aparecido como solista en orquestas tales como las Orquesta Filarmónicas de New York, Moscú y Hong Kong; en las Orquestas Sinfónicas: The National, American, Pacific, Delaware y Atlanta; en las Orquestas de Cámara de Saint Paul y Stuttgart; la Orquesta de Louisville y la Orquesta Nacional de Taiwán. Entre sus más recientes éxitos destacan: Haciendo su debut como solista en la Orquesta Hall en Chicago con Zubin Mehta y la Orquesta Civic en Chicago, en el Hollywood Bowl en Los Ángeles con la Orquesta del Hollywood Bowl, y en la Esplanade en Boston con la Orquesta Sinfónica de Longwood. Él también participo en el estreno en Estados Unidos de “Enescu Symphonie Concertante, Opus 8” con la Orquesta Sinfónica American en el Avery Fisher Hall y en el estrenó en Estados Unidos de “Tan Dun’s Crouching Tiger Concerto for Cello Solo and Chamber Orchestra” en Atlanta Symphony Hall.
Como músico de cámara, él ha colaborado con artistas tales como: violinistas Pamela Frank, Jaime Laredo, Cho-Liang Lin, Anne Akiko Meyers, Kyoko Takezawa y Chee Yun, violista Michael Tree, violonchelista Yo-Yo Ma, bajista Gary Karr, y el pianista Leon Fleisher. El ha participado como invitado frecuente en la Sociedad de Música de Cámara de Boston, la Sociedad de Música de Brooklyn, Música de Cámara Internacional de Dallas, Sociedad de Musica de Camara de Fort Worth, Da Camera de Houston, Camerata Pacifica de Los Angeles y Bargemusic en Nueva York. Asi mismo actuado en festivales tales como: Festival de Música Marlboro, Cape Cod, Tucson, Portland; y en Festivales de Música de Cámara en Seattle, Bard, Bravo! en Colorado, Music in the Vineyards y el Festival Laurel Festival of the Arts, donde se desempeñó como Director artístico durante diez años.
La Discografía del Maestro Tsang incluye la versión 2010 de Artek Recordings, “Bion Tsang and Anton Nel: Live in Concert”, “Brahms Cello Sonatas and Four Hungarian Dances” con las transcripciones originales de Joseph Joachim para los arreglos para violín de las emblemáticas melodías Húngaras de Brahms. Su discografía incluye también las obras de Kodaly para violonchelo como solista, así como una inminente serie completa de Suites de Bach para violonchelo sin acompañamiento en el Stradivarius de 1713 Bass of Spain. El Maestro Tsang ha ejecutado las seis Suites de Bach en una sola presentación en Austin, y posteriormente en Seattle en el Nordstrom Recital Hall en Benaroya Hall. El Maestro Tsang ha recorrido las obras completas de Beethoven para violonchelo y piano con el pianista Anton Nel, entre otros lugares, en el Zankel Hall en el Carnegie Hall y en el Jordan Hall de Boston, con la actuación de éste último, grabado por WGBH y lanzado al mercado con la etiqueta de Artek.
Como un colaborador versátil, el Maestro Tsang ejecuto en la banda sonora del documental para la PBS por Trinity Films: “Recapturing Cuba: An Artists Journey”, el cual fue galardonado con dos medallas de oro: como Selección de Directores y como Excelencia Artística, en el Festival de Música de Cine en Park City, coincidente con el Festival de Cine de Sundance. Fue artista invitado destacado en la producción de televisión KLRU-TV y PBS “A Company of Voices: Conspirare in Concert”, filmado en Dell Hall en el Long Center para las Artes Escénicas en Austin y transmitido a nivel nacional en estaciones de la PBS durante sus recaudaciones de fondos, el mes de marzo de 2009. El Maestro Tsang también ha aparecido en KLRU-TV In Context grabado en el estudio de Austin City Limits, siendo la primera vez que músicos clásicos aparecen en éste espacio televisivo. Colaborador frecuente de la Compañía de Danza Contemporánea de la Ciudad de Hong Kong, ha ejecutado su violonchelo solo, sobre el escenario junto a los bailarines en producciones de “There, After... (Kodaly Op. 8 Solo Sonata) and Plaza X (Bach Solo Suites)”.
El Maestro Tsang hizo su debut profesional a la edad de once años en dos conciertos con Zubin Mehta y la Filarmónica de Nueva York. Ese mismo año, volvió a realizar dos conciertos más con Mehta y la Filarmónica. Una de estas actuaciones fue transmitida en todo el mundo en la serie de televisión de la CBS “Festival of Lively Arts”. Aún en su adolescencia, él se convirtió en el violonchelista más joven en recibir un premio Gregor Piatigorsky Memorial y el más joven en recibir el Premio Internacional de Artistas. También fue elegido como finalista de la NFAA “Arts Recognition and Talent Search” y posteriormente como “Presidential Scholar in the Arts”. A los diecinueve años de edad el se convirtió en el violonchelista más joven en ganar el premio en la VIII Competencia Internacional Tchaikovsky. Él ha aparecido como CultureFinder’s en América Online “Star Find of the Week", en la Sociedad de Violonchelo de Internet como "Artista del Mes", y más recientemente, en la edicion del libro “21st-Century Cellists”.
Nacido en Michigan de padres originarios de China, Bion Tsang comenzó sus estudios de piano a la edad de seis años y violonchelo a los siete años. Al año siguiente, ingresó en la Escuela de Juilliard. El Maestro Tsang obtuvo su Licenciatura en Artes en la Universidad de Harvard y su Maestría de Artes musicales en la Universidad de Yale, donde estudió con Aldo Parisot. Sus otros profesores de violonchelo, incluyeron Ardyth Alton, Luis Garcia-Renart, William Pleeth, Channing Robbins y Leonard Rose.
El Maestro Tsang reside en la cuidad de Austin, Texas, donde es Jefe de División de Cuerdas quien posee el “Joe R. and Teresa Lozano Long Chair” en Violonchelo en la Escuela de Música “Sarah and Ernest Butler” de la Universidad de Texas en Austin. Tras su primer año de servicio recibió el Premio de Enseñanza “Texas Exes” y poco después fue nombrado "Instrumentista del Año" por la Austin Critics Table. También ha sido profesor visitante en la Universidad de Indiana en Bloomington. En su tiempo libre, el Maestro Tsang colabora con su familia a manejar la Fundación Paul J. Tsang, una organización sin fines de lucro llamada así en honor su padre. Cuyo objetivo es ayudar a facilitar oportunidades educativas o profesionales, para estudiantes prometedores y profesionales de las artes y las ciencias. También disfruta siendo entrenador de fútbol de bandera y especialmente, tratando de mantenerse al día con las diferentes aventuras y esfuerzos de sus tres hijos: Bailey, Henry y Maia.
El Maestro Tsang ejecuta para la mesa de trabajo para violoncelo de las series Wayne Burak hecho en abril de 2011.
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