Paredes, Hilda - Recordare

Hilda Paredes

Recordare

A manera de introducción, estas palabras del ideario musical y personal de la compositora mexicana Hilda Paredes:

La música me ha llevado a descubrir múltiples significados y misterios del alma humana. Más que un acto de creación individual, considero mi trabajo como un viaje de descubrimiento. Con frecuencia necesito tomar riesgos para articular la música que me guíe a otros descubrimientos; un proceso que continuamente le da sentido al quehacer musical y a la vida.

Después de una breve reflexión sobre estas elocuentes palabras, he aquí la materia propia de la obra a que se refiere este texto.

Para su temporada 2006-2007, la Dirección de Música de la Universidad Nacional Autónoma de México encargó a Hilda Paredes una obra sinfónica, destinada a ser estrenada por la Orquesta Filarmónica de la UNAM en el otoño de 2006. El encargo en cuestión conllevaba una acotación: la intención de que la nueva obra se insertara en el marco de la conmemoración del llamado Año Mozart, a los 250 años del nacimiento de Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791). Con motivo de este encargo y el subsecuente estreno de la obra, sostuve por aquel tiempo una variada correspondencia electrónica (ente la Ciudad de México y Londres) con Hilda Paredes. En una primera instancia de ese intercambio, la compositora me informó que, para dar cabal cumplimiento a la parte estrictamente mozartiana de la encomienda universitaria, tomó la decisión de incluir en su partitura algunos elementos específicos de la música de Mozart; a la vez, decidió retomar algunos materiales previos de su propia música. Así, la breve enumeración de las fuentes a las que la compositora alude en esta obra es como sigue:

  1. El material temático fundamental de la obra de Hilda Paredes está derivado de las primeras cuatro notas del tema del Recordare, Jesu pie (que forma parte de la secuencia del Dies irae) del Réquiem K. 626, última obra del catálogo de Mozart.

  2. A su vez, el material armónico de la pieza surge directamente de la introducción al Cuarteto K. 465 de Mozart. Este cuarteto es el último de la espléndida serie de seis que Mozart dedicó a su colega y amigo Franz Joseph Haydn (1732-1809), y data de 1785. Se trata del famoso cuarteto Disonancias, así llamado por lo que el musicólogo Lewis Lockwood llama "los célebres misterios armónicos de la introducción Adagio del primer movimiento".

  3. En esta obra, la compositora hace referencia a algunos materiales tratados previamente en su ópera El palacio imaginado. Se trata de una ópera cuyo libreto (sobre el cuento de Isabel Allende) fue escrito por Adriana Díaz Enciso. El estreno de la ópera se realizó el 12 de junio del año 2003 en el Festival of Arts and Ideas de New Haven, en los Estados Unidos, y poco después se puso en escena en el Theater Pragsattel de Stuttgart. La narración de la ópera gira alrededor de las culturas ignoradas de los indígenas de América Latina, y de la impunidad con la que los poderes coloniales han ejercido su opresión sobre ellas, particularmente en el siglo XX.

La propia compositora hizo esta descripción más específica y completa de los procedimientos compositivos y el contenido musical de su obra Recordare:

El material temático de 4 notas inicial en el Recordare del Réquiem es el punto de partida para elaborar mi material melódico, y aparece en mi obra en su transposición original en varios momentos, y hacia el final, aparece en espejo. La introducción de mi obra parte del mismo material armónico en los primeros compases del Cuarteto K. 465. Como en el Recordare, las relaciones interválicas son semejantes y hay muchas referencias a las quintas y a los tritonos en ambos. La relación Do-La bemol de sexta es también importante en la elaboración de mi material armónico. El Do como nota pedal del inicio en el cuarteto de Mozart es también nota pedal en el inicio de mi obra. La armonía que se construye sobre el Do en los primeros compases del cuarteto de Mozart aparece en mi obra yuxtapuesta para elaborar la introducción de ésta. Las referencias al material de El palacio imaginado son pasajeras, pero más evidentes en la sección donde aparece una fanfarria que inmediatamente puede referirse a la fanfarria de la primera escena de mi ópera, donde el Palacio de Verano es inaugurado por el Benefactor. Mi decisión de integrar algunos elementos fue debido a que es muy difícil producir ópera y mucha gente me pregunta que cuándo se podría escuchar ésta en vivo, lo cual es muy difícil responder dado que no hay aún planes de una reposición o nueva puesta en escena o presentación en versión de concierto. Fue entonces que decidí integrar algunos elementos que aparecen en la ópera. Además, creo que esta idea tiene congruencia con la relación mozartiana dado que su pensamiento era profundamente dramático-operístico, incluso en sus obras de cámara.

En lo que se refiere a aspectos generales de la forma de Recordare, Hilda Paredes afirma también que la introducción gradual de una idea musical sobre otra ya existente es un procedimiento que predomina a lo largo de la obra, y que se presenta desde la introducción. La discusión entre las dos ideas establecidas inicialmente es la parte medular del discurso en Recordare. La orquestación de la obra es hasta cierto punto convencional, pero a lo largo de la partitura la compositora plantea la producción de sonoridades propias de la música contemporánea: en las cuerdas, armónicos, col legno batutto y Tonloss (término alemán que se refiere a tocar sin alturas específicas, como si fuera una respiración). En los instrumentos de aliento, se requieren efectos como el jet whistle en la flauta, sonidos percutidos producidos en el fagot sin la caña, así como sonidos percutidos y de aliento (sin alturas) en los metales.

Recordare recibió su estreno absoluto el 16 de diciembre de 2006 en la Ciudad de México, con la Orquesta Filarmónica de la UNAM dirigida por Daniel Boico.

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