Ives, Charles - *Variaciones sobre América*

Charles Ives (1874 - 1954)

Variaciones sobre América

Arr. Crees

Ser un compositor rebelde, innovador e iconoclasta en medio de un ambiente cultural y musical tan conservador como el de los Estados Unidos entre el final del siglo XIX y el principio del XX no augura ni triunfos, ni popularidad, ni reconocimiento. Pero todo esto afectó a Charles Ives sólo en el plano artístico, porque en el plano práctico, el de la vida cotidiana, fue un importante y exitoso agente de seguros que nunca tuvo que preocuparse por vivir de su música. Si se considera la cantidad de tiempo que Ives debió haber invertido en inventar y vender pólizas y otros productos similares, es asombrosa la cantidad y variedad de música que compuso; la mayor parte de esa producción permaneció, más que olvidada, ignorada por mucho tiempo, y aun hoy en día hay áreas de su catálogo que están pendientes de explorar.
En el apartado de música para teclado del catálogo de Ives, que cuenta con 23 números (en realidad son más obras porque algunos de esos números se refieren a series de piezas) hay una mayoría de obras para piano, y cuatro para órgano. La producción organística de Ives, si bien escasa, es importante en el contexto de su biografía porque en el año de 1893 fue organista de la Iglesia Bautista de Danbury (su ciudad natal) y ocupó el mismo puesto en la Iglesia Episcopal de Santo Tomás en New Haven. Las piezas para órgano registradas en el catálogo de Ives son:

Variaciones sobre Jerusalén (ca. 1888)
Variaciones sobre América (1891)
Canzonetta (ca. 1893)
Preludio sobre Adeste Fideles (ca. 1897)

Esta breve lista tiene también el interés de recordarnos que Ives tenía una tendencia particular a referirse a otras músicas en sus propias composiciones, tendencia que conservó a lo largo de toda su carrera. De hecho, le gustaba citar simultáneamente varias fuentes sonoras, lo que también es un sello característico de su estilo. En sus Variaciones sobre América, Ives propone primero una introducción en la que apenas se percibe el material original; después, presenta una versión clara y tradicional de la melodía América (que por entonces era una especie de himno nacional estadunidense extraoficial), seguida de cinco variaciones, entre las cuales hay algunos breves interludios marcados ad libitum. La cuarta variación está escrita en el ritmo de la polonesa, y la quinta variación, marcada Allegro, lleva esta indicación: Tan rápido como puedan ir los pedales. La melodía original, por cierto, tiene una complicada historia que la relaciona con los himnos nacionales de varios países. Ives realizó estas variaciones para una celebración del 4 de julio, aunque hay discrepancias sobre la fecha y las circunstancias de su estreno. Si usted escucha la versión original de estas Variaciones sobre América percibirá de inmediato la sonoridad y el estilo de un órgano de circo. No se preocupe: a Charles Ives le hubiera encantado que se lo dijera.

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