Holst, Gustav - Suite no. 1 en mi bemol mayor para banda militar, Op. 28 No. 1

Gustav Holst (1874-1934)

Suite no. 1 en mi bemol mayor para banda militar, Op. 28 No. 1

Chacona
Intermezzo
Marcha

Arr. Armstrong

Si fuera necesario hacer una lista de los compositores con tendencias místicas, seguramente entre los primeros lugares estarían músicos como el ruso Alexander Scriabin (1872-1915) y el estadunidense Alan Hovhaness (1911-2000), y muy cerca de ellos, el inglés Gustav Holst. La genealogía y la historia de sus primeros años no parecen justificar el hecho de que Holst haya desarrollado un interés tan especial en ciertas cuestiones esotéricas. Originalmente, la educación musical de Holst parecía tenerle reservado un buen futuro como pianista, pero una lesión en una mano lo obligó a dedicarse al órgano y, con mayor vocación incluso, al trombón. Después de terminar sus estudios con el trombonista George Case, el joven Holst se unió a la orquesta de la Compañía de Ópera Carl Rosa como primer trombón. Durante su estancia en esta orquesta Holst comenzó a interesarse por la mitología y la filosofía del oriente, al grado de que se puso a aprender el sánscrito para poder estudiar la literatura oriental en versiones originales. De estos primeros contactos de Holst con el misticismo surgió lo que a la larga sería una de las dos vertientes principales de su música. En la otra vertiente hallamos una serie de obras suyas relacionadas directamente con el espíritu inglés, ya sea en forma de canciones basadas en poemas ingleses, o sus suites para banda, o su música para piano inspirada en temas populares.
La Primera suite para banda militar de Gustav Holst ha permanecido, hasta nuestros días, como uno de los pilares del repertorio de banda en todo el mundo, y además se trata de una de las pocas obras originales para banda que han sido transcritas para orquesta sinfónica. En el primer movimiento de la Suite, que es una Chacona, Holst propone distintas variaciones, a cargo de diversos instrumentos, sobre el bajo que es el cimiento estructural de la pieza. En el Intermezzo que sigue, Holst utiliza el mismo tema de la Chacona, pero alterado, como material musical básico. Finalmente, la Marcha con que termina la Suite tiene su principal atractivo en la forma en la que el compositor, poco antes de la coda, combina los dos temas principales de la pieza con un hábil uso del contrapunto. Si bien es posible que la Suite haya sido estrenada poco después de su composición, en algún evento social, civil o militar (¿un desfile, quizá?), la primera noticia que se tiene de su interpretación en concierto indica el 23 de junio de 1920, once años después de su creación, cuando fue escuchada en Kneller Hall, una escuela especializada en la instrucción de bandas militares en Londres. Los melómanos atentos reconocerán la Marcha de la Primera suite para banda militar de Gustav Holst como la eterna rúbrica de los noticiarios de Radio UNAM.

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