Cine-Concierto: Ennio Morricone - Nino Rota

Esta página documenta un concierto pasado.

Ilustración sobre el concierto

Sábado 25 de febrero, 18:00 horas
Sala Silvestre Revueltas CCOY

ALEX JOHANSSON, director huésped
ANGÉLICA ALEJANDRE, soprano

CONCIERTO CON PROYECCIÓN SIMULTÁNEA EN GRAN PANTALLA

Producido en colaboración con Medea Consulting.


ENNIO MORRICONE

Los intocables: Tema (1987)

Por unos dólares más: Tema (1965)

Érase una vez en el oeste: Tema (1968)

Maddalena y Le professionnel: Chi Mai

NINO ROTA

La Dolce Vita: Suite (1960)

ENNIO MORRICONE

Maléna: Suite (2000)

Popurrí: Tarantino y Morricone

  • Bastardos sin gloria: El veredicto (Dopo La Condanna) (2000)
  • Los ocho más odiados: La última diligencia de Red Rock (2015)

NINO ROTA

El Padrino: Suite (1972)

ENNIO MORRICONE

Cinema Paradiso: Tema y Tema de amor (1988)

Érase una vez en América: Tema de Débora (1984)

La misión: Suite (1988)

El bueno, el malo y el feo (1966)

  • Tema principal
  • El trío
  • Éxtasis del oro

Alex Johansson
Director(a)
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Angélica Alejandre
Soprano
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ENNIO MORRICONE (1928-2020)

A lo largo de su prolongada e ilustre carrera, el compositor italiano Ennio Morricone recibió varias nominaciones al Óscar, por las películas Días de cielo (19789; La misión (1986), Los intocables (1987), Bugsy (1991) y Malena (2000). Sin embargo, Morricone no ganó un Óscar por su trabajo musical para el cine, cosa que es ciertamente incomprensible. Además de las películas mencionadas, Ennio Morricone escribió música para filmes como La desconocida, El papa bueno, El juego de Ripley, Vatel, El fantasma de la ópera (versión de 1998), La leyenda de 1900, Lolita (versión de 1997), Sostiene Pereira, Estamos todos bien, Átame, La jaula de las locas, El prado, Luna, y algunas más. ¿Cuántas más? La lista de créditos cinematográficos de Morricone abarca más de quinientas películas de diverso estilo y género, de diversas nacionalidades, así como numerosas partituras escritas para la televisión. Para los amantes de la trivia, he aquí un dato fascinante: Ennio Morricone compuso la música de la película mexicana Pedro Páramo, el hombre de la Media Luna, dirigida por José Bolaños en 1978. Uno de los aspectos más importantes de la carrera de Morricone fue su estrecha y productiva colaboración con el cineasta italiano Sergio Leone.
Morricone y Leone fueron condiscípulos en la escuela, y de ahí nació la amistad que con el paso del tiempo habría de convertirse en una de las más importantes colaboraciones entre un cineasta y un compositor. Morricone estudió en el Conservatorio de Santa Cecilia en Roma, donde su instrumento fue la trompeta. En 1946 se graduó como trompetista y obtuvo su primer empleo, como arreglista para un teatro de variedades. En 1954 obtuvo su título de compositor, bajo la guía de Goffredo Petrassi. En 1958, fue contratado como asistente musical en la RAI, la radio estatal italiana, pero duró solo un día en este empleo. El año de 1961 marcó un hito fundamental en su carrera, ya que fue entonces cuando compuso su primera banda sonora para el cine, destinada a la película El federal de Luciano Salce. Su primera partitura fílmica notable, escrita para Leone, fue la de la cinta Por un puñado de dólares (1964). Con este trabajo, Morricone inventó el sonido típico e inconfundible de la música de ese fascinante género cinematográfico híbrido conocido como spaghetti western, una de sus más importantes contribuciones al mundo de la música de cine. Dos años más tarde, en 1966, Morricone habría de escribir una de sus partituras cinematográficas más memorables, de nuevo para un spaghetti western de Sergio Leone: El bueno, el malo y el feo.
Además de espléndido compositor de música para el cine, Morricone fue un compositor genuinamente admirado por el público cinéfilo-melómano, cosa de la que muy pocos pueden presumir. Esto lo confirma su vasta y variada discografía, que lo convierte en uno de los compositores fílmicos más grabados (y comprados) de la historia del cine. Para muestra, unos cuantos datos duros:

  • Se han vendido más de 50 millones de discos con su música en todo el mundo.
  • De ellos, más de seis millones han sido comprados en Francia
  • Tres millones se han vendido en los Estados Unidos
  • En Corea del Sur, sobrepasan los dos millones
  • El disco que contiene su música para Érase una vez en el oeste es uno de los cinco soundtracks más vendidos de la historia, con cerca de diez millones de ejemplares
  • Durante un tiempo, su música para La misión fue la más vendida de todas las grabaciones de música de cine
  • Las grabaciones de* El bueno, el malo y el feo* y El profesional han vendido más de tres millones de copia cada una

La importancia capital de Morricone en el ámbito de la música de cine no debe ser obstáculo para recordar que, además de todas esas músicas para la pantalla, compuso también una cantidad muy respetable de obras de música concierto: sinfonías, conciertos, obras vocales, piezas de cámara para una gran variedad de dotaciones, etc. Evidentemente, sería de gran interés escuchar la música de concierto de Morricone en alguna temporada regular de alguna orquesta. Si es de la misma calidad que su música de cine, nos estamos perdiendo de algo importante.
Durante años, Ennio Morricone dedicó buena parte de su tiempo a una labor admirable y muy productiva: recorrer el mundo ofreciendo conciertos sinfónicos (a veces con la inclusión de voces) en los que dirigía piezas y suites de su música cinematográfica, espectáculos que ningún buen cinéfilo-melómano debiera perderse. De hecho, son pocos los que se lo perdían: estas presentaciones de Morricone dirigiendo su propia música solían atraer a multitudes entusiastas y fieles. En ocasiones, estos conciertos incluían la proyección de imágenes de los filmes en cuestión, lo que hacía que la experiencia fuera aún más interesante.


NINO ROTA (1911-1979)

I vitelloni, La strada, Il bidone, Las noches de Cabiria, La dolce vita, A pleno sol, Rocco y sus hermanos, Boccaccio 70, 8 ½, El gatopardo, Julieta de los espíritus, Romeo y Julieta, Satiricón, Los payasos, Roma, El padrino, Filme de amor y anarquía, Amarcord, El padrino II, Casanova de Fellini, Ensayo de orquesta, El padrino III.
Esta lista de importantes películas, que no es exhaustiva ni mucho menos, representa apenas una fracción de la enorme filmografía de Nino Rota, uno de los más importantes y entrañables compositores de música para la pantalla. Rota (cuyo verdadero nombre era Nino Rinaldi) fue un auténtico niño prodigio, como compositor y como director. Apenas a los 12 años de edad, estrenó su primer oratorio, La infancia de San Juan Bautista. Fue alumno de Ildebrando Pizzetti (1880-1968) y Alfredo Casella (1883-1947), obtuvo una beca para el Instituto Curtis de Filadelfia y estudió literatura en Milán. Fue director del Conservatorio de Bari y comenzó a trabajar en el cine al inicio de la década de 1940, llegando a convertirse, con el paso del tiempo, en el compositor de cabecera de Federico Fellini, escribiendo la música para todas sus películas desde El sheik blanco hasta* Ensayo de orquesta*. Es precisamente en el contexto de la relación de la música de Rota con el cine de Fellini que el especialista Russell Lack escribió estas líneas, a partir de una mención a la película I vitelloni de Fellini:

Los arreglos de Rota hacen que el teclado se convierta en una piedra de toque en la que el más sencillo adorno hace que aparezcan mundos enteros. El teclado interpola tiempos pasados en el presente, los mundos posibles en el mundo real. Su arquetípica familiaridad logra ser nostálgica y dinámica al mismo tiempo. La música de Rota a veces parece carecer de sofisticación, estar inflada de nostalgia y demasiado preocupada en evocar sentimientos de comunidad, Así como Fellini mezcla los universos ficticios con los reales en sus películas, Rota lo hace en su música; su principal recurso compositivo es el ritornello, una especie de galopa. En esta forma, que es un estilo en el que las ideas acumuladas ahogan cualquier idea de un momento musical presente, se puede encontrar al agudo sentido de Rota sobre el tiempo fílmico. Aun sus piezas más aparentemente sentimentales presentan una efusiva eficiencia. La música de Rota nos remite de nuevo a la noción de Michel Chion sobre una música “desinteresada” que casi se burla de los personajes atrapados en las distintas hebras temporales.

Federico Fellini, de quien Rota fue el más asido y cercano colaborador, describió así su primer encuentro con el compositor:

Afuera de los estudios Cinecittà, noté que había un gracioso hombrecillo esperando el tranvía en el sitio equivocado. Parecía feliz y completamente desconectado de todo. Me sentí impulsado a esperar con él. Yo estaba seguro de que el tranvía se detendría en su lugar de costumbre y de que ambos correríamos tras él, así como el hombrecillo estaba seguro de que pararía donde él estaba. Y para mi sorpresa, el tranvía se detuvo justo frente a nosotros.

Además de sus numerosas y espléndidas partituras para cine, Nino Rota compuso varias óperas, entre las que destaca la atractiva y divertida ópera de cámara La noche de un neurasténico. Escribió asimismo sólidas obras de música de concierto, entre las que destacan tres conciertos para piano, un Concierto para trombón, diversas piezas para piano, una Improvisación para violín y piano, un Noneto de cámara, varias sonatas instrumentales y un par de sinfonías. Entre 1964 y 1965, Rota compuso un Concierto para cuerdas, con dedicatoria al espléndido conjunto italiano I Musici. Más tarde, en 1977, el compositor revisó la obra para dar su forma final a la que probablemente es su más conocida partitura de concierto.
Es lógico suponer que, habiendo creado tal riqueza y variedad de músicas para el cine, Nino Rota pudiera haber caído en la tentación de retomar algunos de sus temas fílmicos para reciclarlos en sus obras de concierto. Tal es el caso, por ejemplo, de su Concerto soirée para piano y orquesta, en el que el compositor ha incluido al menos dos citas muy evidentes de sus partituras cinematográficas para La strada (1954) y 8 ½ (1963), ambas dirigidas por Federico Fellini. Otro ejemplo: su Sinfonía sobre una canción de amor contiene temas escritos por Rota para las películas La leyenda de la montaña de cristal (Henry Cass, 1949) y El gatopardo (Luchino Visconti, 1963).
Por razones evidentes de jerarquía y pertinencia, cedo la última palabra de esta nota a Federico Fellini, quien dijo esto sobre su compositor de cabecera:

Nino era alguien que tenía la singular cualidad de pertenecer al mundo de la intuición. Como los niños, los hombres sencillos y la gente sensible e inocente, Nino decía cosas deslumbrantes inesperadamente. En cuanto él llegaba, desaparecía la tensión, todo se volvía una atmósfera festiva; la película entraba en un periodo gozoso, sereno, fantástico, una nueva vida.

- Juan Arturo Brennan

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